Mi nombre es Ramon Moya y soy actor, además de actor de doblaje, aunque antes mi sueño era ser informático, bueno y psicólogo, y cirujano. ¿Qué cosas verdad? En cuanto descubrí la interpretación no tuve ninguna duda (y mi entorno tampoco), debía dedicarme a transmitir todo aquello que sentía. Me apasiona esta profesión y siento verdadera vocación por la esencia humana. El teatro me salvo la vida, me dio un por que, un para que y bueno, también me hizo ir a terapia, pero ese es otro tema.
Nunca lo supe hasta entrar en formación, pero resulta que me había preparado toda mi vida para ser actor y ni si quiera me había dado cuenta. Resultó que todo encajaba y a día de hoy he multiplicado mi esencia al cuadrado. Suerte que la comedia siempre me acompaño en el proceso por que fácil, lo que es fácil, no ha sido. Pero, ¿Quién se acuerda de eso ahora? Solo sé que en realidad, soy un afortunado.